
Nuestro 2º día en Bangkok lo dedicamos a hacer lo típico que se suele hacer en el primer día: paseíto por el Chao Phraya, el río que divide la ciudad en dos. La zona donde está el Palacio y los templos no tiene Skytrain ni metro, así que para llegar, Skytrain+river express boat, que va haciendo paradas a ambos lados del río (que está asqueroso, hay que ir con cuidado con las salpicaduras del agua).

Río arriba llegamos al
Grand Palace y al templo Wat Phra Kew. Resulta que el 31 de diciembre también es fiesta (es un puente junto al 1 de enero) y los thais entran gratis...por lo tanto está llenísimo de gente. En el templo hay un minibuda esmeralda, muy venerado, es donde más cola hay, pero entramos a verlo. El Grand Palace es un complejo de edificios reales, lo recorremos pero es un poco agobiante...

De ahí, al Wat Pho, templo famoso por el gran buda reclinado. Precioso y enorme (46 m de largo por 15 m de alto!) Ahí es donde está la famosa escuela de masajes, pero está en obras y ahora hacen masajes en una especie de carpa. Pasamos.

De ahí pateamos hacia Chinatown. La lástima es que al ser fiesta hay muy poco ajetreo, pero hay templos interesantes, incluso en plena calle

y el callejón principal, larguísimo y estrechísimo lleno de tiendas...que sí está abierto

Como restaurantes y tal están cerrados, compramos sandwiches, unas lays y bebidas y comemos en plena calle...Los templos si que están animados, vemos muchos monjes con sus túnicas. Andamos muchísimo, finalmente llegamos a la estación central del tren, donde ya hay metro y nos vamos a cenar al hotel...
Subimos al executive floor en bermudas, nos olvidamos de lo de la etiqueta y nos llaman la atención muy educadamente. Nos cambiamos, volvemos y atacamos el buffet, pedimos un chardonnay, champagne...un poco en plan Martinez Soria llegados del pueblo, pero es lo que hay. Cenamos foie, sushi, delicatessen mil... T se dedica a las relaciones sociales, que si un empresario italiano, que si una familia de Bombay...
Queriamos salir a celebrar la Nochevieja a la calle, pero entre la copiosa cena y el alcohol y que nos dicen que donde se concentra la gente se pone imposible nos quedamos en la habitación. Nos dormimos un poco y despertamos a las 23.45 para las uvas (que trajimos de casa...) Qué muermo la retransmisión de aqui (claro, ellos no comen uvas), además como hace un año de los atentados, todo es superñoño en plan abrazos de paz y tal, un rollete. Decidimos despertarnos a las 05.45 para ver por TVE Internacional las campanadas de la Puerta del Sol, y tomarnos...uvas no nos quedan, así que T improvisa 12 rodajitas de plátano por cabeza; así empezamos el año dos veces, ja ja!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario