viernes, 28 de diciembre de 2007

3r día en Angkor

Estamos muy a gusto en Camboya, y aunque ya aquejados de templitis, atacamos la última etapa de muy buena gana, aunque nos lleven a ver algunos templos más. Aunque prestamos más atención ya a otras cosas: en Preah Ko estamos más tiempo en el templo budista nuevo, que están pintando los monjes, que a las ruinas.


El último que vemos es Bakong, una especie de Angkor Wat en pequeñito, muy agradable, rodeado de vegetación, parece un jardín todo él.



De camino paramos en el mercado real de Siem Reap, damos una vuelta, nos quedamos con los puestos de frutas y el de snacks exóticos: murciélagos fritos, grillos, cucarachas y gusanos de seda frititos. Hmmm.




La siguiente etapa es la visita del pueblo flotante, hay que parar en la carretera previamente en un puesto de la policía turística a pagar el alquiler de una barca que te lleve. Cuando preguntamos nos piden 40 USD (en la Lonely hablan de 10!) y nos negamos en rotundo. La cosa se transforma en 20 pero aunque seguimos protestando de ahí no bajan. Parece que los precios se disparan de año en año...Ya damos media vuelta (nuestro conductor no dice ni mú, parece que la policía le da miedo, la verdad) pero T vuelve y le dicen que podemos ir a visitar un templo, Phnom Krom, en la colina...y ahí vamos. Sabia decisión: la subida a la montaña es un poco dura, pero el templo, sin visitantes y las vistas del lago desde ahí valen la pena, una gran experiencia.


Al bajar nos vamos a pasear por el pueblo, Suwon Village, recientemente reconstruido gracias a la ayuda de Corea. Aquí parece que las casas son móviles, el lago sube y baja de nivel durante el año con las crecidas y si se va a inundar la casa, se traslada y ya está. Ver sus casas, ver como se están ahí tirados sin hacer nada, sencillamente descansando y ver los niños en el colegio (jugando niños contra niñas a un juego bastante violento, pegándose) es de esas experiencias inolvidables, tanto como los templos.
De vuelta a Siem Reap, comemos en el restaurante ARUN, cae un amok de pollo que me lo traen dentro de un coco, muy rico. Invitamos a Samorn a sentarse con nosotros, pero dice que ya ha comido, pero aprovechamos para preguntarle cosas sobre economía y nivel de vida por aquí: su novia cobra 40 USD al mes como cocinera en nuestro hotel, por 72 h semanales; yo le digo que entonces él es rico cobrando tanto a los turistas por pasearnos...pero dice que tiene muchos gastos, la moto es muy cara y paga un % al hotel por poder estar en su puerta, y que de alquiler ya paga también casi 40 USD por un apartamento de 1 habitación. Le comentamos los precios de las cosas en Barcelona y flipa. Después vamos de tiendas, vemos que en las supuestas tiendas de lujo todo es falso también. Acabamos en el market comprando Rolex falsos a muy buen precio...y parecen buenas imitaciones.
Descanso en la piscina y por la noche toca despedirnos de Samorn, le pagamos y sus colegas nos tocan mucho con el rollo de qué fuertes que estáis y tal, ja ja... Vamos a cenar al FCC, se cena en la terraza, muy mono pero nada comparado con lo del Hotel de la Paix, hay un menú correcto que con vino nos cuesta 24.50 USD por cabeza (17 €). Volvemos caminando, estamos a 10 min. del Borei y oímos mucho jaleo: una boda con todo su jolgorio. Hoy era 28, es un lucky day y se casa mucha gente...nos invitan a entrar, estamos un rato hablando e intentando las coreografías; otra noche más en Camboya en que nos iremos a dormir con una sonrisa...


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